Desde AFIBROSAL estamos asistiendo con un enorme disgusto e impotencia a la comunicación del cierre de la Unidad de Fibromialgia y Encefalomielitis Miálgica que tanto costó implantar. Si bien su nivel de atención era muy puntual supuso un avance y un reconocimiento de las necesidades de las patologías con las que trabajamos.
Consideramos que este tipo de Unidades de servicios públicos no deben depender del voluntarismo de algunos profesionales sanitarios y que la Consejería de Sanidad debería, al menos, mantener la unidad, en los términos que se venía desarrollando. Aprovechamos para agradecer a Antonio del Arco el impulso y participación en esta Unidad.
Castilla y León es una comunidad referente en algunas cuestiones sanitarias y esta Unidad era pionera y un proyecto de futuro como así nos manifestaron desde Gerencia.
Las casi 400 demandas en la Unidad denotan que hay indudables necesidades no cubiertas por lo que esperamos que la Consejería estudie fórmulas para dar continuidad a esta unidad tan necesaria.
Desde AFIBROSAL seguiremos luchando por una atención digna y adecuada a nuestras patologías.